Redacción, 01-10-2022.- Desde finales de agosto y principios de septiembre es habitual que algunos pacientes acudan a las consultas de dermatología preocupados por un aumento de la pérdida de cabello.
Desde que empezó la pandemia de la COVID-19, pacientes que han pasado la enfermedad, incluso de forma leve, han tenido como efecto secundario una pérdida de cabello anormal que se ve reflejada entre 2-3 meses del desarrollo de la patología.
“De esta forma, algunos pacientes que se infectaron a principios del verano, han notado que desde finales de agosto y principios de septiembre están sufriendo una caída anormal de cabello, que se ve incrementada por la habitual caída del cabello que se padece estos meses”, explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral (IDEI).
Estos dos fenómenos unidos, han provocado que aumente el número de pacientes que acuden a las consultas preocupados un exceso de pérdida de cabello.
“El efluvio telógeno, que es lo que pasa en ambos casos, tiene una duración aproximada máxima de 3 meses. Pasado este periodo, el cabello debería recuperar su densidad y fortaleza habitual“, aclara el director de IDEI.
¿Cuándo ponerse en manos de un especialista en dermatología capilar?
Al sumarse el efluvio telógeno habitual con la llegada del otoño y el producido por la infección post-COVID, es recomendable acudir a un especialista, ya que desde el primer momento pautará una serie de pruebas que descarten una alopecia androgenética, que es el tipo de pérdida de cabello más habitual, tanto en hombres como en mujeres, al tener un componente genético muy alto.