Redacción, 16-02-2025.-La microbiota oral es un conjunto de bacterias que deben estar en equilibrio para garantizar una buena salud bucal.
“En la boca se encuentra la segunda comunidad bacteriana más grande tras la del intestino, aunque ocupa el primer lugar en cuanto a diversidad bacteriana”, explica Manuela Escorial, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
-Enfermedades cardiovasculares: las bacterias patógenas presentes en la boca tienen la capacidad de acumularse en las arterias, favoreciendo la inflamación y la formación de placas ateroscleróticas. Esta acumulación obstruye el flujo sanguíneo e incrementa el riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones cardíacas graves.
– Enfermedades respiratorias: la boca es una vía de entrada para bacterias que pueden dañar directamente al sistema respiratorio. Cuando la microbiota oral está alterada, las bacterias patógenas se desplazan desde la cavidad bucal hacia los pulmones, lo que conlleva que el riesgo de infecciones como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma sean más comunes.
– Diabetes: un desequilibrio en la microbiota oral puede interferir con la regulación del azúcar en sangre. Esto sucede porque, cuando la inflamación provocada por las bacterias orales afecta la sensibilidad a la insulina, dificulta el control de los niveles de glucosa. Esto puede dar lugar tanto a niveles demasiado altos (hiperglucemia) como demasiado bajos (hipoglucemia), lo que pone en peligro a las personas diabéticas.
– Enfermedades renales: la infección crónica en las encías puede ingresar al torrente sanguíneo y viajar hacia los riñones, donde puede provocar inflamación y contribuir a la progresión de enfermedades renales, especialmente en personas con condiciones preexistentes como la hipertensión.
Acciones para prevenir las complicaciones derivadas de un desequilibrio en la microbiota oral:
– Mantener una higiene oral rigurosa: cepillarse los dientes después de cada comida y usar hilo dental, así como colutorio de manera regular es fundamental para evitar la acumulación de placa bacteriana. Se trata de la primera línea de defensa para prevenir problemas sistémicos relacionados con la microbiota. El cepillado lingual es imprescindible para mantener el equilibrio de la microbiota oral, siendo especialmente importante la parte más posterior del dorso lingual.
– Controlar la salud de las encías: las encías son un indicador clave de la salud bucal general. Por ello, es importante realizar una autoevaluación, observando signos de inflamación, sangrado o dolor, puesto que estos suelen ser indicativos de infecciones o problemas más serios.
– Seguir una dieta equilibrada: una alimentación rica en frutas, verduras, fibra y antioxidantes ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y reduce la inflamación. En este punto, nutrientes como la vitamina C y el calcio son primordiales para mantener las encías saludables y eludir infecciones orales que podrían propagarse al resto del cuerpo.
– No fumar: el tabaco aumenta la acumulación de placa bacteriana y mitiga el flujo sanguíneo a las encías, lo que favorece la proliferación de bacterias patógenas. Además, al dejar de fumar, también se minimiza el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares asociadas.