Redacción, 28-11-2024.- Que el termómetro tienda progresivamente a la baja por la época del año en la que estamos es uno de los factores más importantes para la proliferación de las infecciones respiratorias agudas.
Así lo especifica el doctor Julio Pascual, jefe del servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, que explica que en esta etapa del año se detecta un aumento considerable de pacientes que acuden al centro de Palmones con este tipo de afecciones.
«Cuando bajan las temperaturas, observamos un aumento significativo en el número de casos de infecciones respiratorias agudas. Los principales motivos de consulta en nuestras urgencias son las infecciones respiratorias de origen vírico, como la gripe, el rinovirus, el adenovirus, el virus respiratorio sincitial o el COVID. También pueden proliferar infecciones bacterianas y, a veces, hasta coexistir infecciones víricas y bacterianas. Aunque estas enfermedades son habituales en esta época del año, es fundamental destacar que ciertos grupos de población, como personas inmunocomprometidas, embarazadas o con enfermedades crónicas, son más vulnerables a desarrollar complicaciones», introduce el doctor Pascual.
A pesar de los avances que se han materializado en cuanto a la detección y respuesta a este tipo de enfermedades, el jefe del servicio de Urgencias afirma que «en los últimos años, gracias a una mayor conciencia sobre las enfermedades víricas y a una vigilancia epidemiológica más rigurosa, hemos mejorado nuestra capacidad para identificar y responder a nuevos patógenos. Sin embargo, es preocupante observar una disminución en las tasas de vacunación y en el cumplimiento de medidas higiénicas básicas en comparación con años anteriores».
Para prevenir la propagación de estas infecciones, el doctor Julio Pascual insta a la población en general, y especialmente a los grupos de riesgo, a seguir algunas medidas específicas, «como la higiene de manos, lavándonos las manos frecuentemente con agua y jabón o utilizando gel hidroalcohólico; el uso de mascarilla cuando tengamos síntomas, para cubrirnos la boca y la nariz ante situaciones de tos o estornudo, especialmente en espacios cerrados y con mucha gente; la distancia social cuando estamos sintomáticos, para mantener una distancia de seguridad con otras personas, especialmente si son perfiles frágiles; y, por supuesto, la vacunación, manteniendo el calendario de vacunación al día, incluyendo las vacunas contra la gripe y el COVID-19, e incluso neumococo en personas que lo requieran por su potencial riesgo».