Redacción, 28-01-2022.- La mascarilla, ese complemento tan necesario como molesto que llegó con la Covid-19 para quedarse, puede provocar determinadas reacciones o daños en nuestra piel.
Ya sea quirúrgica, FFP2 o de tela, tal y como recoge Deia, su presencia provoca una mayor humedad en la zona del rostro cubierta por ella. Además, aumentan los niveles de CO2, la temperatura y la cantidad de bacterias y microorganismos que proceden de la boca y del sistema respiratorio.
Algunos de los más habituales son:
-Lesiones por roce en el rostro. Las partes del rostro que más sufren el roce de la mascarilla, por ser las zonas sobre las que ejerce una mayor fricción, son: el puente de la nariz, la parte alta de la mejilla o la barbilla. Lo mejor para prevenir cualquier daño es mantener la piel bien hidratada.
– Lesiones por roce detrás de las orejas. Dependiendo del tamaño del rostro y del tipo de mascarilla, algunas gomas pueden causar serias molestias detrás de las orejas. Lo más recomendable es utilizar alguna de las soluciones para enganchar las gomas en la parte posterior de la cabeza.
– Acné, dermatitis o rasácea. La excesiva humedad y la poca transpiración hace que proliferen las bacterias causantes de las espinillas. Si tienes la piel grasa en la zona que rodea a la boca, con el roce ésta se hará más grasa e irritable y pude causarte una dermatitis seborréica. En cuanto a la rosácea, la mascarilla puede provocar un enrojecimiento de la zona y bultitos con pus.
– Infecciones en la piel. El roce puede provocar brotes de herpes orofacial. Además, pequeñas heridas en contacto con bacterias pueden derivar en ampollas, pústulas o costras. También pueden surgir brotes de foliculitis, una inflamación de los folículos pilosos, el pequeño bultito en el que sale el pelo.
– Irritaciones. Las lesiones causadas en personas con una piel muy sensible o que tengan que usar la mascarilla muchas horas cada día pueden ser similares a las provocadas por una exfoliación demasiado fuerte o un rascado continuo.