Redacción, 01-08-2022.-La OMS calcula que más de 55 millones de personas a nivel global viven con demencia, una cifra que prevé que aumente hasta los 78 millones para 2030 y a 139 millones en 2050.
Estos datos evidencian una realidad con la que será necesaria atender y con la que habrá que convivir hasta que exista una cura para estas enfermedades.
“La demencia se caracteriza por ser una patología que, si bien presenta ciertos patrones comunes, se puede llegar a manifestar de una manera muy distinta en cada persona. Asimismo, a medida que avanza la enfermedad los pacientes tienen diferentes necesidades en función del grado de afectación y la velocidad del desarrollo de los síntomas. Es una enfermedad cuya evolución es difícil de prever a largo plazo, hay que tratarla día a día”, señala David Curto, director médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Tal y como recoge Sanitas, la complejidad de esta enfermedad genera también un importante desgaste psicológico y emocional en el entorno familiar, por ello es importante contar con las herramientas adecuadas para tratar con ellos y seguir reforzando vínculos familiares.
“Es especialmente importante involucrar a los más pequeños en estas tareas y es que, aunque la mayoría de las veces se les suele mantener ajenos a la situación, hacerles comprender qué les ocurre a sus abuelos y cómo deben acercarse a ellos no solo es beneficiosos para su propio desarrollo, sino también para mejorar la calidad de vida de los mayores”, explica Andrea Trujillo, psicóloga de BluaU de Sanitas.