Redacción, 19-07-2023.- El verano está en pleno apogeo, y con él, viene una advertencia de salud crítica para todas las personas en general. El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, se ha convertido en una amenaza alarmante durante esta temporada estival.
Las altas temperaturas, los niveles crecientes de radiación ultravioleta y la exposición solar irresponsable, son factores que contribuyen a ello.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de melanoma en la raza blanca ha aumentado en las últimas décadas. Parte de este aumento, se debe también a la detección más precoz de estos tumores cutáneos. Los programas de cribado, la concienciación y las nuevas terapias (dirigidas a mutaciones específicas y aumento de las defensas contra el tumor), también han conseguido que la mortalidad por melanoma haya descendido a pesar de ese aumento en la incidencia.
En España se calcula que hay en torno a unos 7-9 casos por 100.000 habitantes (datos de 2018) y menos del 10% de estos tumores son hereditarios (el considerado «melanoma familiar» y melanomas que se dan en otros síndromes con mayor riesgo de melanoma), según Quirónsalud.
«Esto no quiere decir que la genética se quede atrás porque existen muchos factores de riesgo para el cáncer de piel tipo melanoma que se transmiten genéticamente, como la piel clara, ojos claros o el número y lunares atípicos», advierte la doctora Silvia Pérez Gala, jefe de servicio de Dermatología del Hospital La Luz.
Para esta experta, lo más importante es la prevención y la detección precoz.