Esta patología es una afección en la que se estrechan y se inflaman las vías respiratorias provocando un aumento de la mucosidad. Esta oclusión puede dificultar la respiración y provocar tos, silbido al respirar y falta de aire. En algunos casos el asma es solo una molestia menor mientras que para otras personas puede ser un problema considerable, en casos extremos se pueden dar ataques de asma poniendo en riesgo la vida. Aunque no se trata de una enfermedad estacional, se intensifica en las épocas en las que la temperatura y la humedad favorecen el desarrollo de los ácaros: el otoño y la primavera.

Tal y como recoge Quirónsalud, no todos los pacientes se ven afectados de la misma manera, y los síntomas pueden variar, pero los principales son:

  • Falta de aire
  • Dolor u opresión en el pecho
  • Problemas para dormir causadas por la falta de aire, tos o silbidos al respirar
  • Pitido o silbido al respirar que puede oírse al exhalar
  • Tos o silbido al respirar que empeora con un virus respiratorio, como el resfriado