Redacción, 03-03-2024.- Cuando hablamos de reproducción asistida, no hay duda de que las tasas de éxito son bastante altas, pero, por desgracia, no son del 100%, por lo que esto hace que se siga investigando continuamente en todas aquellas vías posibles que puedan mejorar al máximo los resultados de los tratamientos. Una de estas vías es la microbiota.
Se sabe que la microflora juega un papel fundamental en nuestro cuerpo, como ya hemos indicado su relevancia es indiscutible por habitar en nosotros en una mayor cantidad que nuestras propias células humanas.
Tal y como recoge La Razón, hay que puntualizar que cada uno de nosotros tiene una microbiota particular y única en cada zona del cuerpo, ya que en esta influyen múltiples factores, tales como la alimentación, el medioambiente donde vivimos, la edad, si hemos tomado antibióticos, etc. Y aquí es donde tenemos que aclarar otro término implicado en la fertilidad, el microbioma, que es el conjunto de todos los microorganismos que habitan nuestro cuerpo.
Son muchos los interesantes estudios en este área enfocados a la fertilidad, como uno que se ha publicado recientemente en la revista Gynecological and Reproductive Endocrinology and Metabolism en el que ha participado el director de la Clínica MARGen de Granada, el doctor Jan Tesarik.