Redacción, 02-07-2021.- La microbiota está de moda y es que es importante cuidarla para gozar de un buen estado de salud. Eso sí, la microbiota no solo se relaciona con la salud digestiva. Si ésta está alterada, puede afectar a nuestra salud global. Tenemos microbiota en varias partes del cuerpo, pero fundamentalmente donde más diversidad hay es en el tubo digestivo, pero también en la piel, en el tracto urogenital, o en la boca.
Tal y como recoge Diario de Mallorca, «la que más se ha estudiado y más implicaciones tiene es la del sistema digestivo porque como se aloja en una pared muy porosa, sus sustancias pasan a la sangre y éstas pueden ir al cerebro, por ejemplo», explica en una entrevista la médico especialista en aparato digestivo y experta en inmunonutrición y nutrición Silvia Gómez Senent.
Esta «pared digestiva» está conformada por los microorganismos que se encargan de procesar los alimentos
La también responsable de la Unidad de Gastroenterología Integral de la Clínica de Especialidades médicas Hbn39 y especialista en el Hospital de La Paz de Madrid acaba de publicar ‘Universo Microbiota‘ (Plataforma Actual), un manual en el que explica así que la microbiota intestinal está conformada por los microorganismos que se encargan de la digestión de los alimentos, pero una ‘fauna’ que también tiene otras propiedades que cada vez se conocen más.
«Estos microorganismos generan unas sustancias, por ejemplo hormonas, enzimas, o moléculas implicadas con un montón de partes de nuestro cuerpo, como el sistema inmune por ejemplo, que pueden llegar a la piel y a las articulaciones. Por eso, si tenemos un equilibrio adecuado en esa microbiota todo funciona correctamente, pero cuando hay un desequilibrio en favor de la microbiota no tan buena es cuando realmente pueden surgir problemas», advierte la experta en microbiota y vocal de la junta directiva de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMIPyP).
Con ello, subraya que los españoles no cuidamos de nuestra microbiota porque, a su juicio, no somos conscientes de su existencia. «Es verdad que la gente que padece problemas sobre todo de temas autoinmunes y de intolerancias alimentarias por esto se sorprendería. En España tenemos a nuestro favor la dieta mediterránea, pero no tenemos conciencia de ejercicio, del sueño necesario, de la gestión del estrés, o de las relaciones sociales. Cada vez hay más estudios que relacionan el cambio de la microbiota con estos aspectos», matiza la experta en enfermedad inflamatoria intestinal y trastornos funcionales digestivos.
Según explica, la microbiota nos puede ayudar a vivir mejor: «En muchas enfermedades como el Párkinson, o la artritis están muy relacionadas con la microbiota y las personas lo desconocen. Si la cuidaran podrían conseguir una mejor calidad de vida a pesar de estas enfermedades. Además, pacientes con enfermedades autoinmunes, como la rosácea o la fibromialgia, si se interviene en la microbiota, mejoran su calidad de vida. Es una herramienta estupenda».