Redacción, 09-09-2023.- Con la llegada de septiembre, el retorno a la rutina cobra protagonismo y, en muchos casos, desencadena el conocido como síndrome postvacacional.
Según datos proporcionados por Fremap, entre el 30 y el 40% de la población activa se ve afectada por esta transición, marcada por la incertidumbre laboral, la inestabilidad en el mercado y los cambios en las dinámicas de trabajo, incluyendo el teletrabajo.
Vuelta a la rutina laboral exitosa según profesionales de Deusto Salud:
Planificación y organización:
Antes de reincorporarse al trabajo, son pasos esenciales dedicar tiempo a revisar la agenda, establecer metas realistas y prioridades, y elaborar una lista de tareas pendientes.
Incorporación gradual a la rutina:
Si es viable, conviene evaluar la posibilidad de volver al trabajo de forma gradual. Comenzar con medio día o jornadas más cortas en la primera semana puede facilitar la readaptación a la rutina laboral.
Fomentar rutinas saludables:
Establecer dinámicas antes de que las vacaciones finalicen resulta beneficioso. Mantener una pauta de sueño regular y una alimentación equilibrada influyen positivamente en la energía y la concentración.
Acondicionar el espacio de trabajo:
Organizar y limpiar el entorno de trabajo antes de volver contribuye a crear un ambiente agradable y ordenado, lo que hace más llevadera la reincorporación.
Compartir experiencias con compañeros:
Comunicar las vivencias vacacionales a los colegas y escuchar las historias de los demás crea un ambiente relajado en el lugar de trabajo.
Establecer metas motivadoras:
Definir objetivos y proyectos interesantes para la nueva etapa laboral genera motivación. Contar con metas específicas y desafiantes brinda un propósito claro y orientación en la vuelta al trabajo.
Autocuidado y actividad física regular:
Mantener hábitos saludables como el ejercicio, la meditación y el tiempo propio contribuye a reducir el estrés. Integrar una rutina de actividad física libera endorfinas y mejora el estado de ánimo.
Flexibilidad y tiempo para la reflexión:
Es esencial comprender que la adaptación a la rutina puede llevar tiempo. Permitirse cierta flexibilidad al reencontrar el ritmo de trabajo es importante para evitar traumas.
Continuar aprendiendo:
Explorar la posibilidad de participar en cursos o talleres relacionados con el campo laboral o áreas de interés contribuye a mantener la motivación y la estimulación intelectual.
Practicar la meditación y la relajación:
Incluir pausas breves y momentos de relajación durante la jornada laboral ayuda a prevenir el agotamiento.