Redacción, 18-02-2025.- Un informe elaborado por Biosalud Day Hospital a partir de una revisión de estudios y datos propios revela un aumento de la intoxicación por metales pesados procedentes de la alimentación y el medio ambiente, que comienza desde la infancia y que, en edad adulta, se suele manifestar con dolor e inflamación y la aparición de enfermedades autoinmunes y degenerativas, entre otras.
En series de pacientes crónicos que manifestaban dolor e inflamación, se ha comprobado un incremento de la presencia de exceso de metales pesados en sangre, de un 50% en 2002 a un 80% en 2024. Estas cifras coinciden con estudios recientes, como el realizado por el Hospital del Mar, que encontró que un 70% de la población de Barcelona presenta metales pesados como plomo, plata, arsénico, cadmio, mercurio, antimonio, estroncio, talio y seis oligoelementos esenciales.
En el análisis de Biosalud Day Hospital, los metales más frecuentes fueron, por este orden, mercurio, níquel, aluminio, cadmio, arsénico, estaño, plata y plomo. En una revisión a 5 años, hubo un aumento de la exposición al mercurio en adultos, y al aluminio en niños.
Tal y como recoge COM SALUD, la intoxicación por metales pesados se produce tras una exposición como la inhalación, ingestión o absorción cutánea, según el análisis.
“Los metales pueden estar presentes en el aire, la alimentación, el agua, la ropa, vivienda y objetos cotidianos y forman parte del exposoma, exposiciones ambientales que impactan en la salud y en la carga genética, lo que ocasiona enfermedades y acorta la vida”, explica el doctor Mariano Bueno, director de Biosalud Day Hospital.
Según un reciente metaanálisis de la Universidad de Girona publicado en la revista Healthcare, la exposición a múltiples contaminantes influye en la aparición de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, metabólicas, gastrointestinales, renales, urogenitales, neurológicas, infecciosas y diferentes tipos de cáncer. Otros trabajos publicados este año revelan que la exposición ambiental a hidrocarburos aromáticos policíclicos, presentes en la combustión de basuras y otras sustancias, está relacionada de forma directa con la aparición de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.