Redacción, 19-11-2024.-
“Cuanto mayor es la percepción por parte de los adolescentes de uso incorrecto de la tecnología, mayor es el índice auto percibido de los trastornos emocionales”.
A esta conclusión llega el I Estudio sobre la percepción de la salud mental en adolescentes y el mal uso de la tecnología, elaborado por DKV, la aseguradora Activista de la Salud, y Educar es Todo, la mayor comunidad de padres, madres y expertos en crianza respetuosa.
Así, con una nuestra de 1,475 adolescentes de entre 10 y 17 años, una segunda muestra de 1,630 madres/padres y, una tercera de 105 docentes, el estudio analizó la relación existente entre el empleo problemático de la tecnología y los trastornos de estados de ánimo en población adolescente. A través de un cuestionario, que incluía preguntas sobre hábitos de vida -alimentación y sueño-, y calidad de las relaciones familiares, se estimó que “más de la mitad de los adolescentes han usado internet para sentirse mejor cuando han estado solos, tristes o enfadados”.
La tecnología interfiere en los hábitos diarios
Tal y como recoge El Periódico, en cuanto a cómo interfieren las tecnologías en los hábitos cotidianos de los adolescentes, el 35% de ellos aseguró comer o cenar viendo la televisión, tableta o móvil. De hecho, 1 de cada 2 afirmó tener el móvil en su habitación por las noches.
En este sentido, los progenitores explicaron que aquellos adolescentes que hacen un mal uso de la tecnología, duermen menos horas de lo recomendado entres emana y que “el 89,5% de adolescentes consideran que tienen dificultades para controlar el tiempo de uso”.