Redacción, 15-02-2022.- Mario Alonso Puig, cirujano por la Universidad de Harvard y divulgador, lleva más de 20 años impartiendo cursos, conferencias y trabajando con equipos directivos para potenciar capacidades humanas como el liderazgo, trabajo en equipo, gestión del cambio, salud, bienestar, felicidad, comunicación, creatividad e innovación.
A continuación se recoge parte de una entrevista realizada por OK Diario:
» Uno de los grandes hallazgos de la neurociencia afectiva es esa relación entre lo cognitivo y lo afectivo»
Pregunta.-¿Puede hablarnos de la motivación y el cuidado de la salud?
Respuesta- Tendemos a pensar que el elemento más importante en la vida en general es el elemento cognitivo, pero no es así. El componente emocional es de una importancia crucial. El sistema límbico abre o cierra áreas cognitivas enormes. Una persona que encuentra una motivación abre la creatividad y el aprendizaje. No solemos darle el valor que tiene a ese entusiasmo, esa pasión. Se debe a que arrastramos una limitación: Consideramos que los procesos mentales y los afectivos no están conectados. Uno de los grandes hallazgos de la neurociencia afectiva es esa relación entre lo cognitivo y lo afectivo. Las decisiones que tomamos están moduladas por nuestro estado emocional. Como sociedad tenemos que apelar a lo cognitivo, pero también a lo que genera emoción, ilusión, es el equivalente al combustible de un coche.
Tenemos un poder enorme para influir en nuestra propia salud, pero lo subestimamos. A veces falta encontrar un porqué, un motivo que tenga la fuerza suficiente para anclarnos en nuestras decisiones para hacer el esfuerzo, independientemente de lo que cueste. La pasión, la ilusión, el porqué, eso es lo que nos levanta.
«Tenemos un poder enorme para influir en nuestra propia salud, pero lo subestimamos»
P.- ¿Por qué le dan los expertos tanta importancia al descanso nocturno en relación con las enfermedades infecciosas?
P.- ¿Qué nos dice la neurociencia sobre la importancia de centrarse en el presente?
R.- La mente humana tiene tendencia a moverse en el tiempo. Todos sabemos lo fácil que es en ciertas situaciones, como cuando estamos al volante, pensar en nuestro pasado o en el futuro. Es algo que nos desconcentra y aumenta el riesgo de accidentes. Cuando se activan las redes neuronales «por defecto», las propias de los estados de distracción, hay consecuencias en el sistema inmune, que puede disminuir su actividad hasta en un 18%, lo cual es una barbaridad.
Cuando pensamos en el pasado, la tendencia es centrarnos en aspectos negativos, aunque no sea así en todas las ocasiones. Todas esas emociones negativas activan el sistema nervioso simpático y alteran su funcionamiento.