Redacción, 10-07-2023.- Durante el verano, la preocupación por una alimentación «limpia» y saludable se intensifica, ya que muchas personas buscan mejorar su apariencia física y estar en forma para disfrutar de las actividades al aire libre.
Sin embargo, la obsesión por seguir una alimentación perfecta puede generar estrés, ansiedad y dificultades en las relaciones sociales y, lo que es todavía más grave, aumentar o desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria.
Con la llegada del verano, los expertos de Cigna Healthcare, explican cómo disfrutar de una alimentación variada, saludable y refrescante sin comprometer la salud mental:
- Una vida sin dieta. El deseo de lograr un cuerpo “ideal” para lucir el bañador en la playa o en la piscina sigue presente y esto puede desencadenar una mayor obsesión por la pérdida de peso y la búsqueda de métodos poco saludables para alcanzar este objetivo. Sustituir los planes restrictivos que prometen una rápida (y, a menudo, poco saludable) pérdida de peso en favor de mejorar la relación con la comida es un beneficio para toda la vida.
- La rutina flexible. Durante las vacaciones, es habitual salir más a comer fuera. En aquellos pacientes con TCA, el trabajo principal consiste en mantener las rutinas que se han llevado a cabo durante el año, intentando ser constantes en los autocuidados.
- El take away para la playa. Apostar por ensaladas de pasta, arroz o cualquier legumbre que combinan a la perfección alimentos saludables como el tomate, pimientos, pepino o el maíz en lugar de bocadillos y precocinados es una alternativa sana. En personas con TCA, no obstante, es aconsejable no hacer cambios en las comidas habituales y pautadas por los especialistas.
- El foco en la mente y no en el cuerpo. Las comidas copiosas, altas en grasas y proteínas provocan digestiones más largas y pesadas y lo que suele apetecer son platos frescos y ligeros.