Redacción, 18-02-2024.- Mantener un peso saludable, moverse durante el día, hacer ejercicio con frecuencia y dejar de fumar son algunos de los hábitos recomendados por los médicos para aquellas personas que sufren arañas vasculares o varices y quieren aliviar los síntomas, prevenir problemas adicionales (como coágulos sanguíneos y úlceras venosas) y reducir la posibilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares o patologías arteriales y cardiacas.
Los factores de riesgo para sufrir una insuficiencia venosa son muy distintos y pueden deberse a la genética, la edad, la obesidad, el embarazo, la inactividad o un trabajo que exija estar de pie o sentado durante mucho tiempo. Todo ello afecta a piernas, tobillos y pies y pueden provocar hinchazón, picor o ardor, sensación de entumecimiento u hormigueo, calambres, piel seca y heridas que no cicatrizan bien, según el Confidencial.
Los expertos de Modern Heart and Vascular Institute aseguran que llevar una dieta sana y equilibrada es también fundamental para aliviar los síntomas de estos problemas venosos, ya que pueden mejorar la circulación sanguínea y evitar que la sangre se acumule y se desarrollen varices.
Los mejores alimentos para evitar varices:
- Verduras y frutas frescas: Entre ellas destacan el brócoli, la col rizada, las espinacas, las coles de Bruselas, los pimientos, la cebolla, el ajo, los cítricos, las fresas y las frutas tropicales (mango y papaya).
- Alimentos ricos en fibra: facilitan la digestión y evitan el estreñimiento. Destacan los cereales integrales (trigo, avena, cebada y arroz), los frutos secos, las semillas, las legumbres y las verduras de hoja verde.
- Alimentos ricos en vitamina E: favorecen la circulación sanguínea. Entre los alimentos que contienen esta vitamina están el pescado (salmón y trucha), las verduras de hoja oscura (espinacas, rúcula, acelga, berza o col china), aceite de oliva y la calabaza.
- Alimentos con Omega-3: estimulan el flujo sanguíneo. Está presente en pescados grasos (caballa, salmón, sardinas, atún), frutos secos y semillas (lino o chía) y aceites vegetales (soja, canola, linaza).
- Alimentos que contienen vitamina B3: como el atún, el pollo o el pavo.
- Bebidas: mayoritariamente el agua y, en menor medida, el chocolate negro.