Redacción, 06-03-2024.- A pesar de que pueda resultar un problema de salud menor, lo cierto es que las cifras no dejan lugar a dudas: más de la mitad de la población padece nódulos tiroideos y no es consciente de ello hasta que, de forma casual, al palpar el cuello o al realizarse alguna prueba de imagen, como por ejemplo una ecografía o una radiografía, se detecta.
Tal y como recoge La Razón, los nódulos tiroideos son abultamientos que surgen dentro de la glándula tiroidea, situada en la base del cuello, que no impiden un correcto funcionamiento del tiroides. Dentro de la tipología propia de los nódulos tiroideos, se encuentran los denominados fríos, determinados por no producir más hormonas de lo normal, y los calientes, que secretan una cantidad excesiva de hormonas tiroideas.
«En la inmensa mayoría de los casos son asintomáticos y benignos, por lo que no precisan ningún tratamiento, pero existe una posibilidad inferior al 10% de que resulten malignos», explica el doctor Manuel Gargallo, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz y coordinador de su Unidad de Nódulo Tiroideo.
Para optimizar y agilizar el abordaje de esta patología, la unidad de la Fundación Jiménez Díaz ofrece al paciente una asistencia integral y de alta resolución a través de profesionales con gran experiencia que llevan a cabo todo el proceso en el mismo acto asistencial y por parte de un solo facultativo, lo que facilita una «visión global» de cada caso.