Redacción, 11-12-2021.- Para muchas personas, la llegada del otoño trae consigo una mayor caída del cabello, pero no hay que alarmarse ya que en la mayoría de los casos esta caída forma parte del ciclo capilar. Este proceso se conoce como ciclo de renovación folicular ya que afecta a los folículos pilosos, que es de donde crece nuestro cabello y está formado por fases de crecimiento y fases de caída.
Tal y como recoge Quirónsalud, el ciclo capilar está compuesto por tres fases distintas: la anágena, la catágena y la telógena.
Estas etapas vienen determinadas por distintos factores como son la genética, hábitos alimenticios, el clima, patologías o cambios en el organismo provocados por el estrés o el embarazo. Principalmente las épocas telógenas son el otoño y la primavera, mientras que la fase anágena tiene lugar en verano y en invierno. Cada pelo evoluciona de forma independiente, pero aún así todos siguen el ciclo capilar.
¿Cuándo consultar a un especialista?
La caída del cabello puede ir más allá de un simple problema estacional. Cuando la cifra de caída de cabellos supere los 100 diarios (10 cabellos quedan en la mano ante una tracción brusca («pull test»), entonces debe consultar a su dermatólogo.
Para mantener un buen cuidado del cabello y prevenir patologías mayores como la alopecia, nos dan los siguientes consejos:
-Evitar los peinados tirantes: trenzas, colas de caballo, moños…
-Evitar tratar el cabello de manera brusca al tocarlo o cepillarlo.
-Utilizar peines de púas anchas para evitar los tirones.
-Lavar el cabello con productos adecuados y no agresivos.
-Realizar masajes circulares con las yemas de los dedos al lavarse la cabeza, ya que estos favorecen la microcirculación.
-Si se utiliza secador, hacerlo a una distancia mínima de 30 centímetros y con aire frío.
-Reducir el uso de planchas para el cabello, tenacillas….
-Precaución con tratamientos que puedan dañar o debilitar el cabello: tintes, permanentes…
-Evitar tomar medicamentos o suplementos que puedan causar la pérdida de cabello.
-Proteger el cabello de la luz solar y otras fuentes de luz ultravioleta.
-Reducir el consumo de tabaco o dejar de fumar.
-Seguir una dieta sana y equilibrada, evitando el exceso de grasas y azúcares.
-Reducir el estrés.
-En el caso de someterse a un tratamiento con quimioterapia es necesario consultar con un médico sobre el uso del gorro frío, ya que estos reducen el riesgo de la caída capilar durante la quimioterapia.