Redacción, 13-06-2023.- El envejecimiento puede ir acompañado de deterioro cognitivo. Entre las primeras estructuras del cerebro afectadas están el hipocampo y las cortezas adyacentes, zonas esenciales para el aprendizaje y la memoria. Los déficits en la capacidad cognitiva se asocian a la reducción del volumen del hipocampo y a la degradación de la conectividad sináptica entre el hipocampo y la corteza (peri)-entorrinal.
Tal y como recoge 65 y más, cada vez hay más pruebas de que la actividad física, tanto caminar como correr, puede retrasar o prevenir estas reducciones estructurales y funcionales en los mayores, mejorando así su salud cerebral.
Por ejemplo, un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) ha revelado que caminar refuerza las conexiones dentro de tres redes cerebrales, entre ellas una asociada a la enfermedad de Alzheimer.
Publicado este mes en la revista científica Journal for Alzheimer’s Disease Reports, la investigación ha examinado los cerebros y la capacidad de recordar historias de mayores con una función cerebral normal y de los diagnosticados con deterioro cognitivo leve, que es un deterioro leve de capacidades mentales como la memoria, el razonamiento y el juicio y un factor de riesgo para el alzhéimer.