Redacción, 17-06-2023.- Las quemaduras provocadas por una sobreexposición a la radiación solar son el principal factor de riesgo del melanoma y otros tipos de cáncer de piel. Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) alertan del aumento de la incidencia de tumores cutáneos que, de seguir con la tendencia actual, podrían convertirse en uno de los más prevalentes del mundo.
Tal y como recoge El País, a pesar de las alarmantes cifras, el de piel es un tipo de cáncer altamente prevenible porque es visible. Por ello, además de protegerse del sol, los expertos animan a conocer cómo se manifiestan estos tipos de tumores y acudir al médico a la menor sospecha. Ricardo Ruiz, director de Clínica Dermatológica Internacional y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Ruber Internacional (ambos en Madrid), sentencia: “El diagnóstico precoz es crucial para un buen pronóstico”.
Tres tipos de cáncer y un factor común
Como explica este dermatólogo, el cáncer de piel se produce por el crecimiento anormal y descontrolado de las células cutáneas, principalmente alteradas por la radiación ultravioleta procedente del sol. Por ello, se dan con mayor frecuencia en zonas que han estado expuestas como la cara, el cuello, los brazos y el tronco.
El campo de la dermatología diferencia entre dos tipos de cáncer de piel: el melanoma y los carcinomas. El primero, a pesar de ser el menos frecuente, es el más mortal. Como señala Inmaculada Alcaraz, jefa asociada del servicio de Dermatología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid): “se desarrolla a partir de los melanocitos [células que producen y contienen melanina], en la capa basal de la epidermis, la más profunda. Es un tumor muy agresivo con capacidad de recidivar [reaparecer] y generar metástasis a distancia”.
“En cuanto a los carcinomas se diferencian dos tipos, el carcinoma basocelular, el más frecuente y menos peligroso de los tres, y el carcinoma de células escamosas, con un comportamiento más agresivo, y que en ocasiones puede dar lugar a metástasis ganglionares en la proximidad del tumor inicial”, aclara Alcaraz. Ambos se originan en los estratos más superficiales de la epidermis.