Redacción, 10-07-2021.- Son cinco esas enfermedades cuyo sufijo ‘itis’ nos suelen amargar las vacaciones. Hablamos de otitis y conjuntivitis, pero también de gastroenteritis, cistitis e incluso de faringitis, enemigas cotidianas de las vacaciones las cuales pueden amargarnos nuestros días de descanso, según recoge Voz Populi.
El agua de la playa, el cloro de una piscina, los aires acondicionados, enfrentarnos a algún plato en mal estado e incluso las relaciones sexuales pueden convertirse así en el campo de batalla en el que nuestras defensas se enfrentan a ciertas agresiones externas.
Qué es la otitis y cómo evitarla
Evitar esta infección, caracterizada por una inflamación del oído, siendo la más común la otitis media (con presencia de líquido interno, ya sea con pus o sin pus), en la cavidad del oído medio, detrás del tímpano, no es complicado o, cuanto menos, podemos minimizar sus riesgos.
Evitar que entre agua en el conducto auditivo, sumergirte lo menos posible, bañarse en aguas con garantías de limpieza o una correcta higiene auditiva podrían limitar su presencia.
Qué es la cistitis y cómo evitarla
Por definición hablamos de una infección de vejiga, aunque se pueden producir diversas inflamaciones o infecciones en el tracto urinario, tanto de hombres como de mujeres, que pueden ser la prostatitis o la uretritis, si hablamos del tracto urinario bajo o de una pielonefritis cuando alcanza al riñón, en la zona alta.
No es una enfermedad especialmente grave aunque sí molesta, caracterizada por dolor o escozor al orinar, necesidad constante de ir al baño (donde generalmente las micciones serán cortas pero recurrentes), cierta presión en la pelvis y, en ciertos casos, la dispareunia, que se trataría de relaciones sexuales dolorosas por esa inflamación.
Qué es la conjuntivitis y cómo evitarla
Es en este caso la inflamación de la conjuntiva, un tejido fino y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo, cuya misión es mantener húmeda y protegida la superficie ocular. Si se inflama, puede provocar molestias, además de un color rojizo, que puede estar presente en uno o ambos ojos.
La cuestión es que en verano debemos discernir lo que puede ser una sencilla conjuntivitis irritativa, muy frecuente por la presencia de agentes externos como pueden ser el cloro, la sal o la exposición directa al sol, de las conjuntivitis víricas y bacterianas, siendo estas ambas altamente contagiosas.
Qué es la faringitis y cómo evitarla
Dolor al tragar, sensación de garganta seca, enrojecimiento e inflamación visible, e incluso dolores de cabeza o fiebre.
Pueden ser víricas y bacterianas, aunque el verano también hace de las suyas en ciertos cambios de hábitos que son especialmente perjudiciales para desarrollarla. Cambios bruscos de temperatura, consumo de bebidas excesivamente frías, el humo del tabaco, un mal uso de la voz (gritar, cantar alto, no calentar la voz), la inhalación de polvo, el abuso de aires acondicionados generando ambientes fríos y poco húmedos son circunstancias ambientales que pueden favorecer su aparición.
Qué es la gastroenteritis y cómo evitarla
Caracterizada por la inflamación de la membrana interna del intestino, hablamos de una infección de origen vírico y brusco surgimiento, con aparición de frecuentes deposiciones blandas, que incluso puede venir acompañada de vómitos o dolor abdominal.
También pueden incluir episodios de cefaleas, dolores musculares, fiebres, exceso de sudoración y la consecuente deshidratación, además de la lógica pérdida de peso y de apetito.
Las altas temperaturas, la humedad y una incorrecta conservación de los alimentos puede hacer que la E.coli, la listeria o la salmonela aparezcan sobre este tapete, recomendándose así que evitemos alimentos especialmente susceptibles de estar contaminados por estas bacterias.