Redacción, 10-07-2021.- El descanso es fundamental. Pero igual de importante es que sea de calidad.
También conlleva sus técnicas, no basta con pretender dormir de cualquier manera, pues, durante el sueño, el organismo lleva a cabo funciones vitales, como la regulación hormonal, el control de la temperatura del cuerpo o la consolidación de la memoria a corto plazo, que logran que nos recuperemos del ajetreo diario y despertemos listos cada mañana para enfrentarnos a la rutina.
Por eso, para que los procesos de restauración y regeneración del metabolismo se produzcan de manera óptima, es necesario que el descanso sea efectivo.
Tal y como recoge el Instituto Europeo del Sueño, desde dedicarle una media de ocho horas al día hasta cuidar la postura corporal. No sólo para evitar la sensación de pesadez o el mal humor que genera el cansancio, sino porque incluso una mala colocación puede provocar dolencias en el cuello, la espalda o la zona lumbar. Por mucho que creamos encontrar la comodidad, si al despertar sufrimos molestias o dolores musculares, es evidente: algo está fallando.
Por ello, se recogen los beneficios de dormir con una almohada entre las piernas:
- Impide que las caderas roten y que el cuerpo se desplace mientras duermes.
- Suma confort, gracias a que elimina la tensión y cualquier posible tensión en los músculos de la espalda y la presión que ejerce la pierna de arriba.
- Alivia dolores de lumbago o ciática, así como la posible rigidez muscular que deriva en contracturas.
- Supone un apoyo para la parte baja del cuerpo, ya que obliga a adoptar la alineación anatómica correcta para la columna, caderas, piernas y rodillas.
- Beneficia la circulación sanguínea de las piernas, pues evita tensiones musculares, además de aliviar posibles varices. Así, también elimina posibles hormigueos.