Los niños menores de un año no han de exponerse a la radiación solar.
Los mayores de un año pueden hacerlo con moderación (favorece la síntesis de vitamina D). Para ello es muy importante utilizar siempre filtros de protección solar con FP 50 + pero pediátricos (compuestos de factores de protección física que tienen menos riesgo de absorción por la barrera dermo epidérmica y por lo tanto menos riesgo de toxicidad).
Los baños o duchas han de ser diarios, con esponja y un gel de baño suave.
Siempre asegurando que el lavado cutáneo elimine así las células muertas y reduzca el sobrecrecimiento de la flora bacteriana. E igualmente lavar el pelo adecuadamente, incluso de modo diario, pero con friccion del cuero cabelludo, para eliminar la grasa y descamación que se produce en el cabello y favorece el prurito y la dermatitis.
Es imprescindible el uso de crema hidratante tras el baño diario.
Muy emoliente y nutritiva, con pocos conservantes o perfumes (para evitar alergias o irritación). Es ya un hecho demostrado que el uso de crema hidratante desde el nacimiento reduce el riesgo de enfermedades cutáneas como la dermatitis atópica al reestablecer la barrera de protección.
La ropa en contacto con la piel ha de ser algodón, preferiblemente de colores claros.
• Evitar el uso de lana en contacto con la piel
• Lavar la ropa recién comprada para eliminar el formaldehido
• Evitar los colores oscuros que tienen tintes cuya composición química puede favorecer irritaciones o alergias (al roce y friccion con la piel )
• Evitar los sintéticos tanto por su composición como por el uso de metales pesados (antimonio) como plastificantes en prendas de poliéster
Hay que favorecer la práctica deportiva que mejora el desarrollo del niño y su salud y bienestar pero recordando.
El deporte debería practicarse con ropa de algodón para evitar la irritación de las prendas sintéticas que aumenta con la fricción de la actividad deportiva y que favorece eccemas y dermatitis.