Es necesario lavarse las manos un par de veces por día como máximo, o cuando pienses que es necesario, pero sin exagerar, pues eso puede provocar resequedad.
Usar un hidratante cuando hayas terminado lavarlas tampoco es una mala idea para la mejor recuperación.
Entre los productos que se han vuelto muy recomendables para las manos, sobre todo en estos días en los que las grandes ciudades nos exponen al aire contaminado, tenemos aquellos que poseen aportes de ácido hialurónico y vitaminas A, E, F y H, revisando siempre que sean aptos absolutamente para todo tipo de pieles, descartando reacciones alérgicas.
Junto a ello, tienes que prestar atención a no dejar tus manos al sol durante demasiado tiempo, especialmente en esas horas en las que los rayos solares pueden causar más daño, como aquellas que van desde media mañana hasta media tarde.
Lo mismo puede decirse del invierno, época en la que tanto el frío como la lluvia, o la nieve, dejan tus manos en una condición de vulnerabilidad extrema, de las que deberías cuidarles mediante el uso de guantes abrigados, que preserven su temperatura y el agua helada no las afecte.