Redacción, 22-06-2021.- Hasta un 70% de los padres identifican que sus hijos son de alta demanda llegando a ser agotador para muchos de ellos.
Úrsula Perona Mira es psicóloga sanitaria infantil y madre de tres hijos, una de ellas de alta demanda, de ahí que decidiera investigar y especializarse en niños de alta demanda. Según destaca en una entrevista con Infosalus, lo que mejor define a un niño de alta demanda es su temperamento difícil, un rasgo de personalidad con el que se nace, y por el que los padres desde el primer momento ya perciben dificultades a muchos niveles.
Tal y como recoge 20 minutos, entre otros apunta a problemas de sueño, son niños con muchos despertares, con gran dependencia del adulto, al que necesitan para regularse en todos los aspectos del día a día. «Son niños que demandan mucha atención constante, no son mimados sino por su personalidad tienen esa dependencia para gestionar el sueño, por ejemplo. Con estos niños funciona muy bien el colecho, o siempre quieren estar en brazos para calmarse, por ejemplo», apostilla.
Otro rasgo que tienen es su temperamento fuerte, «una rabieta es súper rabieta», y quieren algo y si no se lo das les genera una frustración enorme, comenta Perona con motivo de la publicación de ‘Hijos de alta demanda’ (Toromítico), una breve guía con la que pretende dar respuesta a todas las cuestiones que puedan surgir sobre los hijos de alta demanda.
Y es que, según comenta la también responsable del Instituto de Psicología Úrsula Perona de Alicante, otro de los rasgos que definen a los niños de alta demanda es que son impredecibles:
«Lo que hoy funciona, en cuatro días no, y los padres están siempre muy atentos a la demanda del niño porque anticiparse es un riesgo muchas veces si no les casa nuestra propuesta. Esto, a la larga, genera mucha inestabilidad en la crianza».
Los niños de alta demanda, según prosigue, también se caracterizan por su hipersensibilidad, y tienen como rasgo común que son niños muy sentidos, muy sensibles, con el sentido del ridículo muy amplio, a los que todo les afecta mucho, y tienen mucha ansiedad por separación, no se van fácilmente con desconocidos o con otras personas.
Otra de las características de los niños de alta demanda es que no se entretienen ni saben jugar solos. «Otra cosa que a veces se confunde con la hiperactividad es el exceso de energía, de movimiento. Son niños muy curiosos, muy vivos, quieren explorar el entorno, tienen unas necesidades de estímulos muy distintas», aprecia Perona, al tiempo que señala que se trata de menores que son muy obstinados, muy testarudos.