Redacción, 07-08-2023.- El verano es una época en la que los niños pasan mucho más tiempo en el agua o cerca de ella. Piscinas, mar, ríos, lagos… son lugares donde podemos disfrutar y refrescarnos. Y en general a los niños les encanta, pero no debemos olvidarnos de hacerlo con seguridad.
La doctora Raquel Fernández, del servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia, señala que los menores de 1 año son los que corren más riesgo porque no son capaces de moverse ni protegerse, aunque la cantidad de agua sea muy poca. Además, explica cuál es el peligro tanto en niños como en adolescentes.
«La falta de conciencia de peligro en los niños de 1 a 4 años, sumado a que se mueven mucho y rápido, les hace ser muy vulnerables. En el caso de los adolescentes, en ocasiones participan en actividades y retos que les ponen en riesgo sin ver el peligro, a lo que hay que añadir que están menos vigilados».
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Desde el servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia, siguiendo las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, recuerdan las pautas para prevenir accidentes:
- SUPERVISIÓN Y VIGILANCIA. Vigilar a cualquier niño que esté cerca del agua. Debe estar siempre al alcance del cuidador. Tenga la edad que tenga el niño, tanto si sabe como si no sabe nadar.
- PRESENCIA DE UN SOCORRISTA. Su función es el rescate y salvamento en caso de que se esté produciendo un ahogamiento, pero no sustituye a la vigilancia de los menores por el adulto que los acompaña.
- BARRERAS FÍSICAS. Cercado perimetral de la piscina con cierre automático de la puerta y cubierta de piscinas cuando no se estén utilizando.
- SEÑALIZACIÓN ADECUADA. Debe estar indicada la profundidad de la piscina a los lados. Prohibir tirarse de cabeza si la profundidad es menor de 1,20m. Sólo permitirlo si es mayor de 1,80m.
- CLASES DE NATACIÓN. Es recomendable que los niños aprendan a nadar, especialmente a partir de los 4 años.