Redacción, 09-12-2023.-La temporada de invierno está cada vez más cerca por lo que son muchos los que se preparan ya para los deportes de nieve. Por ello, los oftalmólogos de Clínica Baviera advierten de la importancia de proteger los ojos al esquiar o practicar cualquier actividad en lugares con nieve, ya que el reflejo de la luz del sol en ella potencia los efectos de una exposición prolongada a la radiación ultravioleta y puede causar quemaduras en la superficie del ojo, provocando fotoqueratitis.
Lo llaman la ceguera u oftalmia de la nieve y para evitarla es fundamental, lo primero, protegerse los ojos con unas gafas adecuadas.
La fotoqueratitis es un problema visual generado por los rayos ultravioleta procedentes del sol.
“El sol puede quemar los ojos al igual que hace con la piel, en este caso lo que hace es dañar la capa superficial de la córnea y la conjuntiva, así como el interior del párpado. Si a esto le añadimos que estamos en la montaña donde la altitud suele ser muy elevada el daño puede ser mayor”, asegura el doctor Fernando Llovet, oftalmólogo cofundador de Clínica Baviera.
Esto se debe a que se estima que la nieve refleja un 80% más la radiación ultravioleta que otras superficies. Además, cuando nos encontramos a mayor altitud, la atmosfera es más delgada y hay menos filtración de la radiación UV.
Algunos de los síntomas que pueden producirse como consecuencia de la exposición al sol durante la práctica de esquí, snowboard u otros deportes de nieve pueden ser enrojecimiento, dolor, hinchazón, visión borrosa, sensibilidad a la luz, sensación arenosa, inflamación de la conjuntiva e incluso dolores de cabeza y pérdida temporal de la visión.
“Estos síntomas pueden desaparecer entre las 6 y las 48 horas después de la exposición al sol, pero es importante tener el tiempo de exposición en cuenta, porque cuanto más estemos expuestos sin protección, mayores serán los daños”, advierte el doctor.