Redacción, 28-05-2022.- Los tomates son uno de los alimentos más habituales en la dieta mediterránea, sobre todo, porque se incluyen en múltiples recetas, desde una ensalada hasta una hamburguesa o un guiso.
Además, existen múltiples variedades: cherry, carnoso, pera y redondo, y cada uno de ellos está destinado a un tipo de preparación, lo que hace que se ajuste al gusto de la mayoría de personas, tanto adultos como pequeños, según 20 Minutos.
Los tomates tienen un 94% de agua, por lo que su aporte calórico es bajo, de unas 22 kcal por cada 100 gramos de producto comestible, como indican desde la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Entre su compuesto nutricional, destaca principalmente por un macronutriente mayoritario: los hidratos de carbono. Sin embargo, también cabe destacar algunas de sus vitaminas.
En cuanto a los minerales, destaca el aporte de potasio, que es de 290 mg por cada 100 gramos de producto comestible. En esa misma cantidad de producto, aporta 27 mg de fósforo y un total de 11 mg de calcio.
Un dato curioso sobre el tomate es que, cuando este se encuentra triturado o cocinado, así como cocinado con aceite, se mejora considerablemente la absorción del licopeno en nuestro organismo.