Redacción, 14-04-2022.- La hidratación es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Es tan importante como comer de manera saludable o hacer ejercicio de manera regular. Entre tantas otras funciones, el agua ayuda al cuerpo a eliminar los desechos, mantiene la temperatura corporal regulada, lubrica y amortigua las articulaciones y protege los tejidos sensibles.
Tal y como recoge Heraldo, beber agua es importante, además, antes, durante y después del entrenamiento para mantener un correcto rendimiento y un buen nivel de hidratación que nos permita hacer ejercicio con seguridad, sin sufrir riesgos cuando, por ejemplo, hace mucho calor. Pero, ¿cuánta agua es aconsejable beber a diario? Se oye que, de manera general, son dos litros de agua los que hay que tomar cada día. ¿Es esta cantidad genérica válida para todo el mundo?
Cómo calcular el agua que hay que beber a diario
El consejo de tomar 8 vasos o dos litros de agua al día es válido ya que es fácil de recordar, pero es necesario realizar pequeños ajustes que se adecúen a cada individuo. La edad y el sexo son, por ejemplo, dos factores de individualización. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda que en las edades entre los 9 y los 13 años los niños beban cerca de 2,1 litros diarios y las niñas, 1,9 litros. En el caso de los adultos, son 2,5 litros para los hombres y 2 para las mujeres. El 70%, mínimo, de la hidratación debe provenir de bebidas líquidas (agua o infusiones) y el porcentaje restante puede provenir de los alimentos sólidos, como las frutas y las verduras.
Aún así, hay que ir más a lo específico para determinar la cantidad concreta de agua que corresponde a cada persona, ya que entran en juego aún más factores. La fundación AQUAE aconseja tener en cuenta por ejemplo que, tras cualquier actividad que haga sudar, se debe beber agua adicional para cubrir la pérdida de líquidos. Lo recomendable es la ingesta de agua antes, durante y después de un entrenamiento.
Las cuestiones climáticas o de salud también pueden requerir aumentar la ingesta de agua y, por supuesto, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben, según la Oficina de Salud de la Mujer, beber entre unos 2,5 litros o 3,1 litros diarios.