Redacción, 22-09-2022.- Una nueva investigación ha comprobado que la mejor manera de calmar a un bebé que llora es caminar cinco minutos llevándole en brazos y luego sentarse ocho minutos antes de acostarle, según publican en la revista ‘Current Biology’.
Dirigido por Kumi Kuroda, del Centro RIKEN para la Ciencia del Cerebro (CBS), en Japón, el estudio detalla cómo afecta fisiológicamente a los bebés que lloran el hecho de cogerlos en brazos y acostarlos. Los datos arrojan una técnica sencilla pero eficaz que aumenta las posibilidades de conseguir que un bebé que llora se calme y duerma en la cama.
Tal y como recoge El Mundo, Kuroda y su equipo descubrieron una «respuesta de transporte» en las crías de ratón angustiadas y en los bebés humanos, en la que los bebés se calman cuando son cargados por sus madres. La respuesta es una compleja serie de procesos biológicos paralelos que dan lugar a una reducción del llanto y de la frecuencia cardíaca, lo que ayuda a los padres a transportar a los bebés.
El estudio utilizó una máquina de electrocardiograma (ECG) para bebés y cámaras de vídeo para comparar sistemáticamente los cambios en el ritmo cardíaco y el comportamiento mientras las madres realizaban actividades que se utilizan habitualmente para calmar a los bebés, como llevarlos en brazos, empujarlos en un cochecito y sostenerlos sentados.
Durante estas actividades se registraron datos de bebés que lloraban, estaban despiertos y tranquilos o dormían. En cada latido, se evaluaba el comportamiento como dormido, alerta o llorando, y se puntuaba en consecuencia. De este modo, los investigadores pudieron seguir los cambios tanto en el comportamiento como en la fisiología con una precisión de sub-segundos.
En primer lugar, como explica Kuroda, comprobaron que «caminar durante cinco minutos fomentaba el sueño, pero sólo en el caso de los bebés que lloraban. Sorprendentemente, este efecto estaba ausente cuando los bebés ya estaban tranquilos de antemano», señala.