Redacción, 06-09-2024.- Los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, como el EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y el asma, habitualmente ven incrementados los síntomas de su enfermedad cuando viajan a destinos diferentes a su entorno habitual. Para que estas personas puedan desplazarse de forma segura, Aitor Asensi, neumólogo de Policlínica Gipuzkoa, lanza algunas pautas y consejos para tener en cuenta en estas ocasiones.
Tal y como recoge Quirónsalud, el EPOC y el asma son enfermedades respiratorias crónicas comunes que requieren una preparación cuidadosa antes de viajar. Los pacientes con estas condiciones suelen experimentar periodos de estabilidad en los que los síntomas están controlados, pero al viajar, especialmente por vacaciones, «los cambios en el estilo de vida y en el entorno pueden desencadenar un incremento descontrolado de sus síntomas».
Factores desencadenantes
Viajar en avión o a grandes alturas puede ser un desafío para los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, particularmente para aquellos con EPOC. La reducción de la concentración de oxígeno en altitudes elevadas puede generar una disminución del oxígeno en sangre o una insuficiencia respiratoria en estos pacientes.
«Un paciente que tenga una enfermedad leve no tiene que tener ningún miedo a volar siempre que lleve consigo la medicación de rescate», asegura el neumólogo, pero aquellos que requieren oxígeno suplementario deben realizar una revisión previa con su médico para asegurar que el viaje no esté contraindicado.
Además, en caso de viajar a destinos de altitudes elevadas, más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, Aitor Asensi recomienda «ascender de forma progresiva, para que el cuerpo tenga más tiempo para adaptarse», minimizando así la aparición de síntomas como la fatiga y la disnea.