La Dra. Irene Rubio Bollinger, Coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Sur, alerta sobre el consumo indiscriminado de benzodiazepinas, para combatir el insomnio, con motivo del Día Mundial del Sueño que se celebró recientemente. Este tipo de sustancias sedantes tienen un alto potencial de abuso y dependencia.
“Aunque en los prospectos se refleja que no deben recetarse más allá de 3 meses, muchas veces vemos pacientes que llevan años consumiéndolas, que han ido subiendo las dosis al ver que perdían o disminuía su efecto con el tiempo e incluso otros que las toman de manera aleatoria día sí, día no, e incluso en momentos tan extemporáneos como en mitad de la noche y en dosis exageradas”, afirma la experta.
Sin embargo, estas prácticas aleatorias y sin control médico no solo no ayudan a resolver el problema, sino que además provocan efectos secundarios indeseables a medio y largo plazo, generando en muchas ocasiones un síndrome de abstinencia y el desarrollo de una dependencia física y psíquica, incluso en dosis mínimas y tratamientos cortos.
Algunos de los efectos secundarios no deseados se incluyen síntomas de agorafobia, despersonalización y distorsiones perceptivas, así como un agravamiento de la depresión. Incluso, en algunas ocasiones de retirada del fármaco después de mucho tiempo de consumo se ha visto que ha producido tinnitus (afección del oído interno).