Redacción, 05-07-2022.- El ser humano es un animal social. Dependemos de los demás para sobrevivir y, de hecho, son muchos los teóricos que creen que nuestro cerebro evolucionó específicamente para potenciar las interacciones sociales.
Tal y como recoge 20 minutos, en tiempos recientes, sin embargo, los países desarrollados han visto incrementarse el número de personas que se sienten solas. Las causas son variadas, y hablan de nuestro estilo de vida y del rol de las nuevas tecnologías en la comunicación humana, pero en cualquier caso lo que es esperable es que, si nuestro cerebro como decimos está adaptado a socializar, la soledad tenga un profundo efecto en nuestro bienestar.
Cambios en la estructura física
En esto incide un estudio llevado a cabo por investigadores chinos y británicos y publicado en el medio científico Neurology, que concluye que el aislamiento social esta ligado a cambios en la estructura cerebral y la cognición, llegando incluso a aumentar el riesgo de demencia en los adultos más mayores.
Para investigar la cuestión, los autores tomaron datos de casi medio millón de personas extraídos del estudio UK Biobank. A estos participantes se les clasificó como socialmente aislados si vivían solos, tenían contacto social menos de una vez al mes y participaban en actividades sociales menos que una vez a la semana.
Los mecanismos detrás
Los mecanismos por los que el aislamiento social provoca estos cambios en el cerebro no están claros, pero los autores proponen algunas posibilidades pata explicar el fenómeno.
Por ejemplo, creen que es posible que las personas socialmente aisladas sufran estrés crónico, lo cual a día de hoy sabemos que influye negativamente en el cerebro y en la salud fisiológica en su conjunto.