Redacción, 21-01-2025.- El ser humano y los piojos llevan tantos milenios evolucionando juntos que el primero, el hospedador, ha acabado por prestar su nombre al parásito para bautizarlo científicamente como Pediculus humanus, una forma de mostrar que ya no es capaz de sobrevivir sobre ninguna otra especie.
Pese a ello, y a la presencia casi constante del insecto en centros educativos y algunos hogares —especialmente si hay niños—, la literatura científica es escasa y poco robusta a la hora de dimensionar con precisión el impacto real que tiene esta parasitación para la sociedad, según recoge EL PAIS.
Algunos expertos y estudios apuntan a que las resistencias a los tratamientos más utilizados, como las permetrinas, han hecho crecer el número de casos en las últimas décadas, aunque como ocurre con la sarna este no es un debate cerrado.
“Y no hay trabajos concluyentes sobre la incidencia de la pediculosis [nombre que recibe esta parasitosis], en gran medida porque el estigma que rodea a los piojos dificulta las investigaciones. Los datos epidemiológicos a nivel mundial son muy dispares, dependen mucho de los grupos estudiados, los entornos… Los resultados forman un mosaico que impide sacar conclusiones fiables”, escribe Adela Valero, catedrática de Parasitología en la Universidad de Valencia y miembro del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Infecciosas (Ciberinfec).
Un equipo participado por esta investigadora, financiado con fondos del Ministerio de Sanidad y la Unión Europea, y en el que participa el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se ha propuesto poner datos validados científicamente a un problema que cada año afecta a millones de familias solo en España. Los primeros resultados disponibles, un avance de los cuales fueron presentados en el congreso de la Sociedad Española de Parasitología (SOCEPA) celebrado en septiembre en Sevilla, revelan que el 30,4% de los niños estudiados —escolares de 6 y 7 años de colegios de Valencia— habían sufrido al menos una infestación durante el último año.