Redacción, 30-11-2023.- La probabilidad de embarazo y del parto de un niño sano mediante las técnicas de reproducción asistida se puede aumentar multiplicando controles hormonales después de la transferencia de embriones según un estudio publicado por la clínica MARGen de Granada en la prestigiosa revista Frontiers in Reproductive Health.
Estas recomendaciones se basan en el análisis exhaustivo de los valores hormonales detectados en las mujeres que recibieron sus propios embriones creados por la fecundación in vitro (FIV), frescos o congelados. Aunque muchas perdidas de embarazo se deben a problemas de la calidad de los embriones transferidos, hay otras perdidas de embriones, totalmente sanos, sin ninguna explicación aparente.
Según los autores, “en la mayoría de estos casos, el problema reside en un nivel bajo de progesterona, que puede impedir la buena marcha del embarazo”.
La estrategia a seguir (no siempre compartida por otras clínicas) consiste en un control exhaustivo de las valores de la concentración de los valores de la concentración de la hormona progesterona en el sangre. Estos niveles de concentración de progesterona en el sangre deben controlarse periódicamente después de la transferencia de embriones, “y el primer control -señala el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen -se tiene que realizar el mismo día de la transferencia de embriones”.
En la regla general, tal y como recoge MARGen, las pacientes reciben, por precaución, cápsulas blandas de progesterona Utrogestan o Progeffik por la vía vaginal desde 3 días antes de la transferencia de embriones. El nivel de progesterona se tiene que controlar el mismo día de la transferencia.