Redacción, 05-08-2023.- Con la llegada de las vacaciones de verano, desaparecen o se mitigan el estrés y la ansiedad acumulados durante el período laboral. Para muchos, el paréntesis estival supone el paréntesis de descanso anual, el momento de recargar pilas, relajarse y dejar aparcadas las preocupaciones.
Sin embargo, para muchos adolescentes y jóvenes millennials el estrés y la ansiedad no sólo no se acaban, sino que pueden agudizarse. La causa: un excesivo uso de las redes sociales en vacaciones.
Los jóvenes son los más expuestos, según los expertos de Mentalia Salud, compañía especialista en la atención a personas con trastornos en salud mental:
“Esa generación ha nacido y ha crecido con las redes como parte indispensable de su vida hasta el punto de que, a veces, llevar a cabo formas de socialización frente a frente con otras personas les serían imposible”, explica José Manuel Requena Garmendia, director del centro de Mentalia Usurbil.
Las personas con adicción a las redes sociales tienen la necesidad de mostrar siempre un buen aspecto, una cara amable, una imagen ideal.
«Y para eso no hay período de descanso. No necesariamente aquello que se proyecta a través de las redes se corresponde a la realidad de esas personas. Y eso, con frecuencia, puede llevar a cuadros de depresión y ansiedad por la necesidad de estar constantemente conectados, por los likes que se reciben o por la cantidad de seguidores”, añade Requena.