Así se deduce del último informe del Observatorio Mundial de Donación y Trasplante que gestiona la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) como centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuyos datos se publican anualmente en la Newsletter Transplant del Consejo de Europa.
Según datos del Observatorio Mundial, en 2023 se realizaron 171.762 trasplantes de órganos en los 89 países que habían facilitado sus datos a 15 de agosto de 2024. De ellos, 110.563 fueron trasplantes de riñón (39% de donante vivo), 41.044 de hígado (25% de donante vivo), 10.115 de corazón, 7.810 de pulmón, 2.053 de páncreas y 177 de intestino.
Estos trasplantes fueron posibles gracias a 45.759 personas que donaron sus órganos tras fallecer y a 52.707 donantes vivos (42.631 de riñón, 10.066 de hígado y 10 de pulmón). La actividad de trasplantes de 2023 supone un incremento del 9% con respecto a la del año anterior. El mayor aumento se registró en trasplante pulmonar, que creció en un 15%, seguido del trasplante cardíaco (13%) y el trasplante de hígado (10%).
En 2023, la donación de órganos de personas fallecidas en el mundo también aumentó un 9%. Cabe destacar el aumento del número de donantes en asistolia (en parada cardiaca), que pasó de 9.545 en 2022 a 11.392 en 2023, un incremento del 19%. De este modo, el pasado año uno de cada cuatro donantes fallecidos en el mundo lo fue en asistolia.
No obstante, este tipo de donación sólo se llevó a cabo en 25 países. España registró la mayor actividad de entre los 25, con 1.050 donantes en asistolia y una tasa de 22,1 donantes en asistolia por millón de población (p.m.p).
Nuestro país aportó así el 48% de los donantes en asistolia del conjunto de la Unión Europea (UE) y el 9% del mundo.