Redacción, 21-05-2022.- La creciente globalización de la sociedad, derivada en gran parte del incremento de los flujos migratorios, que ha reducido las fronteras nacionales y geopolíticas ha hecho que el conocimiento y abordaje de enfermedades consideradas hasta hace poco como exóticas y tropicales se haya convertido en una necesidad cada vez mayor para los profesionales de la salud.
Así, más allá de los sanitarios que atienden habitualmente a viajeros internacionales o a inmigrantes procedentes de países con bajos recursos, la realidad actual es que muchos de ellos pueden tener que enfrentarse a patologías de este tipo, potencialmente graves, pudiendo incluso causar la muerte del enfermo, en casi cualquier entorno y momento, según Quirónsalud.
Y es que, por general, los profesionales de la salud -médicos, enfermeros, farmacéuticos, veterinarios…- no han abordado específicamente estas disciplinas durante sus estudios de pregrado, y han sido las naciones y las organizaciones internacionales dedicadas a la salud y el desarrollo quienes han asumido un compromiso con los países de baja renta.
Esto ha convertido la cooperación internacional en una actividad común en nuestra sociedad, y el conocimiento de los problemas que las poblaciones dianas sufren por parte de los profesionales que realizan este tipo de cooperación -sobre todo los que lo hacen en el ámbito de la salud- en una acuciante necesidad para que su trabajo pueda ser realmente eficaz.
En este contexto, la formación y experiencia específicas, especializadas y amplias en este ámbito están ganando relevancia en los últimos años. Buen ejemplo de ello es la consolidación, con nueve ediciones ya, del Máster propio en Medicina Tropical y Salud Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), dirigido por el Dr. Miguel Górgolas, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Jiménez Díaz, e impartido por profesionales del hospital madrileño, y que ha venido a cubrir un déficit formativo ya muy necesario en el sector.
“Las dos características diferenciales de este máster propio, respaldado por el prestigio de la UAM, son contar con profesorado externo que tiene una amplia experiencia en el manejo ‘in situ’ de estas enfermedades, y ofrecer prácticas en el terreno, que han posibilitado que nuestros estudiantes empiecen a colaborar con los centros receptores realizando estancias más largas”, explica la Dra. Laura Prieto, especialista del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Jiménez Díaz y subdirectora del máster.