Juan Pablo López, psicólogo de Ribera Hospital de Molina, recuerda que al inicio del nuevo año escolar los estudiantes necesitan establecer rutinas diarias puesto que esto les “proporciona estructura y ayuda a reducir la ansiedad relacionada con el regreso a la escuela. Fomentar la comunicación abierta con los padres y los maestros es igualmente importante”.
Asegura que “animar a los niños y adolescentes a hablar sobre sus emociones y preocupaciones relacionadas con la escuela les permite sentirse comprendidos y apoyados emocionalmente”.
En términos de autocuidado, es esencial que los estudiantes comprendan la importancia de hábitos como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso. Estos aspectos no solo contribuyen al bienestar físico, sino que también tienen un impacto positivo en el rendimiento académico y la salud mental. Además, instar a los estudiantes a establecer metas académicas realistas y celebrar sus logros, independientemente de su magnitud, puede fortalecer su autoestima y motivación para aprender, según Ribera.