Gemma Hortet, dietista y autora de ‘Alimenta tu vitalidad’, explica para Estetic de dónde proviene el concepto de nutrición energética y cuáles son sus beneficios.
Para entender en qué consiste la nutrición energética, tenemos que dejar de lado la forma convencional que hemos adquirido sobre lo que es la alimentación hoy día, es decir, comer para obtener nutrientes que nos permitan desarrollar correctamente las funciones vitales.
La nutrición energética va más allá, proponiendo “experimentar sensaciones y emociones conscientes e inconscientes en nuestras vísceras, que se traducen en un estado físico y emocional”. Se trata de percibir “el efecto que produce el alimento en nuestro cuerpo una vez lo hayamos consumido”.
Gemma Hortet nos cuenta que este protocolo de alimentación proviene de la filosofía taoísta, aunque existen muchas otras nutriciones energéticas (budista, tibetana, macrobiótica, medicina china…). Todas ellas tienen en común el sentido de la interocepción, que no es otra cosa que “lo que siente nuestro cuerpo y nuestros órganos cuando tiene lugar algún proceso en su interior”.
Esta teoría sostenida durante miles de años por las filosofías orientales ha sido respaldada por la Neurociencia. Pero como nos explica la autora, no podemos sentir el efecto de comer una zanahoria en el cuerpo, sino que se trata del reflejo en el cerebro de lo que produce esa zanahoria en nuestras vísceras.