Diagnóstico y tratamiento

Tal y como recoge Quirónsalud, desde el servicio de Pediatría explican que «el diagnóstico es clínico. No suelen hacer falta pruebas o análisis ya que el aspecto de las lesiones es muy típico y se diagnostica simplemente viéndolo. En caso de duda puede tomarse una muestra para cultivo».

El tratamiento de elección es con antibiótico y dependiendo de la extensión de la infección «se puede valorar si se da en crema (antibiótico tópico) o bien de forma oral (jarabe, pastillas o sobres, también puede darse una combinación de ambas opciones» señala la doctora Fernández.

Higiene y pautas de tratamiento

La clave para «prevenir esta infección es una buena higiene»:

  • Lavarse bien las manos
  • Limpiar y desinfectar las heridas y rozaduras u otras lesiones de la piel