Redacción, 24-01-2022.- La inmunoterapia ha curado a muchos pacientes con melanoma, con cáncer de pulmón… y ahora podría convertirse en un tratamiento crucial frente al cáncer de hígado. Así, según los resultados de un estudio del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, la inmunoterapia antes de la cirugía de cáncer de hígado destruye el tumor y probablemente también las células cancerosas residuales, reduciendo la posibilidad de que se produzca una recidiva o una metástasis.
En concreto, la inmunoterapia neoadyuvante (se llama así al tratamiento adicional administrado antes de la terapia primaria) logró destruir el tumor de hígado en un tercio de los participantes del ensayo clínico, según el estudio revisado por partes y publicado en “The Lancet Gastroenterology & Hepatology”.
Tal y como recoge La Razón, además, también acabó con las células cancerosas microscópicas que se pasarían por alto durante la cirugía y que luego podrían hacer que el cáncer volviera o hiciera metástasis. Y es que la inmunoterapia enseña al sistema inmunitario a combatir cualquier recurrencia tumoral.
El tipo de tumor de hígado más común es el carcinoma hepatocelular (HCC o CHC), que es la tercera causa principal de muertes relacionadas con el cáncer en todo el mundo.
Si bien las inmunoterapias han cambiado el pronóstico de los pacientes con HCC avanzado, la mayoría de los pacientes aún mueren a causa de esta enfermedad. Aunque la cirugía de cáncer de hígado a menudo parece exitosa, en más de la mitad de los pacientes el cáncer regresa debido a una enfermedad micrometastásica residual o, en algunos casos, a un tumor completamente nuevo, lo que destaca el beneficio potencial de la terapia neoadyuvante para mejorar la supervivencia.
Los hallazgos de este estudio son importantes porque hasta la fecha, ninguna terapia administrada antes o poco después de la cirugía había demostrado una mejora real en la supervivencia de los pacientes con cáncer de hígado.
Los investigadores administraron a 21 pacientes con cáncer de hígado en etapa temprana dos rondas del agente de inmunoterapia cemiplimab, un anticuerpo anti-PD-1, antes de su cirugía a finales de 2020. Los médicos estudiaron la destrucción del tumor y la activación del sistema inmunitario para combatir el cáncer a través de imágenes de resonancia magnética, muestras de sangre, tumor y de heces.