Redacción, 14-05-2024.- Algunos pacientes nos preguntan si se va a prohibir el retinol en la Unión Europea tras los cambios que han tenido lugar en el Reglamento Comunitario.
La Unión Europea anunció el pasado año que estaba preparando una regulación adicional acerca de la concentración de diferentes sustancias incluidas en la formulación de productos de higiene, cuidado personal y cosméticos. De esta manera, a principios de abril de 2024, la Comisión Europea introdujo el nuevo Reglamento (CE) 2024/996, que modifica el Reglamento (CE) nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre productos cosméticos.
El retinol es un ingrediente esencial en dermatología
Tal y como recoge el Grupo Pedro Jaen, el retinol es un principio activo derivado de la Vitamina A que se lleva utilizando más de 30 años en cosmética, ya que se considera que es el activo antiedad por excelencia. En un primer momento, el retinol se empezó a usar en la composición de cremas destinadas a tratar el acné. Tras verificar sus efectos en la mejora de la textura de la piel, fue incluyéndose en la composición de cosméticos para atenuar manchas y arrugas.
Actualmente, se trata de un ingrediente clave en las rutinas de skincare gracias a su versatilidad y a sus múltiples beneficios contra los signos de envejecimiento de la piel. De hecho, los dermatólogos lo consideramos el principal transformador cutáneo.
Básicamente, el retinol promueve una exfoliación suave de la superficie cutánea y estimula la producción de nuevas células, atenuando manchas oscuras, marcas y cicatrices de acné, arrugas, líneas finas, tamaño del poro… El resultado es una piel más lisa y uniforme, con un aspecto luminoso, más firme y turgente.
El marco legislativo que regula los productos cosméticos en la Unión Europea se basa en el Reglamento (CE) nº 1223/2009, modificado recientemente por el Reglamento (CE) 2024/996 de la Comisión Europea.
El objetivo que se persigue con esta modificación es establecer limitaciones más estrictas a las concentraciones de retinol en los productos cosméticos para reducir la incidencia de los efectos secundarios que este activo puede ocasionar, sobre todo en pieles sensibles o en personas que tengan alteraciones o patologías dermatológicas preexistentes, tales como dermatitis atópica o rosácea, pieles particularmente vulnerables a reacciones adversas que pueden ir desde rojeces a descamación, pasando por sequedad e inflamación severa, así como la exacerbación de la sintomatología subyacente.