Redacción, 26-08-2022.- La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 nos ha recordado la importancia que tienen las vacunas a la hora de salvaguardar la salud pública. Las vacunas son herramientas poderosas en la prevención de las infecciones y, por tanto, tienen un gran potencial para frenar la propagación de las enfermedades resistentes a los antimicrobianos y reducir así el uso de antibióticos.
Tal y como recoge Consalud, en este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el informe “Análisis de las vacunas bacterianas en desarrollo preclínico y clínico 2021”. Se trata de la primera evaluación de los candidatos a vacuna que el pasado año se encontraban en distintas fases de desarrollo y que suponen una esperanza ante el creciente problema que representa para la salud pública el aumento de las resistencias a los antimicrobianos.
Este análisis se centra en los candidatos a vacuna en desarrollo contra los patógenos incluidos en la Lista de Patógenos Prioritarios de la OMS, un catálogo de 12 familias de bacterias que representan actualmente un alto riesgo para la salud humana.
Este listado se encuentra dividido en tres categorías según lo urgente que sea la necesidad de contar con nuevos antibióticos: prioridad crítica, alta y media.
El grupo más crítico de todos incluye bacterias multirresistentes que representan una amenaza particular en hospitales, hogares de ancianos y entre los pacientes cuyo cuidado requiere dispositivos como ventiladores y catéteres sanguíneos. Este grupo incluye: Acinetobacter, Pseudomonas y varias Enterobacteriaceae (incluidas Klebsiella, E. coli, Serratia y Proteus).
El informe ha identificado un total de 61 candidatos a vacunas en desarrollo clínico activo. S. pneumoniae tiene el mayor número de vacunas candidatas en desarrollo clínico (16), seguida de cerca por M. tuberculosis. No existen candidatos vacunales en desarrollo clínico contra A. baumannii, Enterobacter spp., Enterococcus faecium o P. aeruginosa.