Redacción, 07-07-2021.- La Academia Española de Dermatología y Venereología ha constatado un descenso del 21% en el diagnóstico del melanoma el pasado 2020 con respecto a otros años. Y lo mismo ocurre en el cáncer de piel no melanoma, como el carcinoma espinocelular y el basocelular, menos graves, pero mucho más frecuentes.
“Esto no significa que se haya reducido la incidencia, sino que los tumores no han sido detectados, con el consiguiente peligro de que lleguen en estados más avanzados o que hayan llegado a zonas más profundas de la piel y se hayan diseminado”, explica la Dra. Dolores Sánchez-Aguilar Rojas, dermatóloga del Hospital HM Rosaleda de Santiago de Compostela.
Tal y como recoge HM Hospitales, la detección temprana es esencial en el cáncer de piel, como en casi todos los tumores. “Un diagnóstico precoz implica un mejor pronóstico”, recuerda la especialista, “y en Dermatología tenemos una gran ventaja, que podemos ver cualquier lesión o cambio sospechoso en la piel”.
Por eso, la Dra. Sánchez-Aguilar insiste en la importancia de realizar autoexploraciones de forma regular por todo el cuerpo (con especial atención a los pliegues cutáneos, axilas, cuero cabelludo y zonas menos visibles) y consultar ante cualquier sospecha: un lunar previo que cambia de tamaño, si tiene bordes irregulares, mide más de 6 mm o detectamos una lesión que pica, sangra, duele, cambia de color, de tamaño o de forma son motivo de consulta.
En los últimos meses los dermatólogos han visto mucha patología asociada al uso continuado de mascarillas, como dermatitis de fricción y dermatitis de contacto irritativa, en las zonas en que hay más contacto entre la mascarilla y la piel y también empeoramiento de otros problemas, como dermatitis seborreica, rosácea o acné.
Los dermatólogos aconsejan mantener una buena higiene al retirar la mascarilla, utilizar cremas hidratantes adecuadas al tipo de piel y a la edad de cada persona y evitar el uso de maquillaje, que tiene un efecto oclusivo y puede empeorar estas patologías de base y provocar una irritación aún mayor.