Redacción, 31-10-2023.- Ante la frecuente aparición de noticias en prensa sobre los posibles efectos adversos de los inhibidores de la bomba de protones (IBP), especialmente, cuando se utilizan a largo plazo, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) ha renovado su artículo de posicionamiento sobre el uso seguro de estos fármacos, publicado en 2016, elaborado por los doctores Carlos Martín de Argila de Prados, Julia López Cardona y Federico Argüelles-Arias. En este sentido, la SEPD destaca la seguridad de su toma a largo plazo incidiendo en la baja evidencia de efectos adversos, como demuestran los numerosos estudios realizados al respecto, según la SEPD.
“Cuando los IBP se prescriben en las indicaciones de uso establecidas, sus beneficios superan con creces a los posibles efectos adversos. Por el contrario, cuando la prescripción es inapropiada, no hay beneficio alguno esperable y se magnifica cualquier efecto adverso por leve que sea”, explica el Dr. Agustín Albillos, presidente de la SEPD.
Entre los posibles efectos adversos identificados en este tipo de fármacos se encuentran infecciones, deficiencia de micronutrientes o el aumento de riesgo de fracturas, respecto a lo que el Dr. Argüelles, como autor del documento de posicionamiento, declara que “no existe evidencia científica que sustente que los pacientes deban recibir probióticos, vitaminas u otros suplementos, así como tampoco, evaluarse rutinariamente la densidad ósea o la concentración sérica de calcio o magnesio”.