Redacción, 19 -06-2021.- El verano acentúa los léntigos solares, o manchas de hiperpigmentación causadas por la exposición al sol, sobre todo en las mujeres.
La Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) recomienda controlarlas durante todo el año. También llamadas ‘manchas de la edad’ suelen aparecer en las áreas de la piel que están más expuestas al sol, es decir, en la cara, en el escote, cuello, brazos o en el dorso de las manos.
Profesionales del servicio de Dermatología del Centro Médico Quirónsalud Rubí, explican que éstas se producen por la exposición acumulada a la luz ultravioleta, tanto del sol como de las cabinas de rayos UVA.
«Son habituales en personas mayores de 50 años, pero también se están viendo y con mucha frecuencia en los adultos jóvenes, sobretodo si han tenido un exceso de exposición al sol, o bien si tienen una piel especialmente sensible al daño solar».
En concreto, citan que son de color marrón y su tonalidad varía desde el marrón claro al marrón oscuro, y tienen un tamaño de pocos milímetros a pocos centímetros. «Son el resultado de la producción de un exceso de melanina como un mecanismo de defensa. La melanina es el pigmento que le da color a la piel y es la responsable del bronceado», señala el dermatólogo.
A diferencia de las pecas, que son frecuentes en los niños y se aclaran cuando no hay exposición al sol, las manchas de la edad no desaparecen por sí solas.
«Los léntigos solares pueden afectar a personas de todo tipo de piel, si bien son más comunes en los adultos con piel clara», añaden los dermatólogos, al mismo tiempo que incide en la necesidad de vigilarlas, aunque no causan ningún problema de salud, ni se transforman en cáncer de piel, apuntando a dos razones, principalmente. La primera es que se pueden confundir con un melanoma, por lo que es importante visitar al dermatólogo, especialmente si una mancha es de aparición reciente, crece en pocos meses, tiene varios colores o varios tonos de marrón, es de color negro o sangra«.