Redacción, 15-03-2025.- En España, la prevalencia de soledad frecuente o crónica se estima en un 6,5% para personas en edad adulta (30-59 años), un 4,4% para personas menores de 30 años y un 11,5% para personas mayores de 60 años. La soledad de manera prolongada puede tener graves consecuencias en la salud mental, siendo la depresión (39%) y la ansiedad (38%) las enfermedades relacionadas más frecuentes.
Cada vez hay más estudios que revelan que la depresión en la etapa adulta tiende a volverse crónica y muestra un peor pronóstico cuando hay soledad. De hecho, la presencia de sentimientos recurrentes de soledad afecta directamente a la salud mental y al funcionamiento psicológico, identificándose como un factor de riesgo para la aparición de síntomas depresivos, según recoge SANITAS.
La depresión es un trastorno mental que cursa con algunos síntomas principales como el bajo estado de ánimo, la pérdida de interés en actividades que previamente resultaban placenteras, la disminución de la motivación y un pensamiento enlentecido, lo que provoca graves dificultades en la vida y el trabajo de las personas.
La Dra. Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) declaró: “La soledad prolongada puede tener graves consecuencias en la salud mental, pero es prevenible si promovemos espacios de apoyo, escucha activa y conexiones auténticas, además de fomentar un diálogo abierto sobre la importancia de pedir ayuda a tiempo. Por ello, iniciativas como esta son clave para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de fortalecer los lazos sociales y emocionales.»
Desde la Fundación ANAED subrayan: «Es fundamental visibilizar la soledad no deseada como un factor que agrava la depresión y garantizar recursos para su prevención y tratamiento.» Por su parte, José Manuel Dolader, director de la Asociación La Barandilla, añade: «La lucha contra la depresión requiere un compromiso colectivo; nadie debería sentirse solo en su sufrimiento.»