Redacción, 30-11-2021.- El esguince de muñeca o muñeca abierta es una de las lesiones más comunes y hay mil formas distintas de que se produzca. Hacer un buen diagnóstico y cumplir con el tratamiento recomendado son claves para recuperar la movilidad normal y que ésta no derive en un cuadro más grave.
En este artículo de Apoteka, explican en qué consiste esta lesión, qué síntomas presenta y cuál es su tratamiento.
Síntomas y causas de la muñeca abierta
Se trata de un traumatismo que se produce por una lesión de los ligamentos de la muñeca, que son los tejidos fibrosos que conectan los huesos. La función de los ligamentos es mantener los huesos en la posición adecuada y estabilizar la articulación.
Cuando ésta falla, cuenta Roberto Ucero, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid y experto en patologías de la mano, se presentan los siguientes síntomas:
- Dolor
- Pérdida de fuerza al cerrar la mano
- Sensación de inestabilidad
El experto detalla que “hay diversas causas” que pueden estar detrás de esta lesión. No obstante, la más común es aquella se produce como consecuencia de movimientos forzados en flexión máxima de muñeca. Pero hay otras causas como:
- Movimientos repetitivos en esa misma posición
- Secuela de lesiones
- Problemas neurológicos o propioceptivos
Cómo prevenir y tratar la muñeca abierta
Aunque el esguince de muñeca no suele ser una afección grave, en los grados más severos puede ser bastante doloroso y limitar mucho tus capacidades diarias.
Sin embargo, existen varias formas de combatirlo que precisarán de un esfuerzo adicional por tu parte. Según Ucero, la mejor forma de prevenirlo es evitar movimientos que requieran mucha fuerza y giro de muñeca en posturas de máxima flexión. “En muchos casos, esto requiere adaptaciones del puesto de trabajo, para impedir que la repetición pueda generar el problema”, detalla.
Otra forma de combatirlo es a partir de ejercicios que fortalezcan los músculos de la mano, basándose en las siguientes repeticiones:
- Aperturas y cierres de dedos
- Contra resistencia (por ejemplo, con gomas) para favorecer la transmisión de cargas a la mano y fortalecer la musculatura del antebrazo
“Hacer ejercicios de estabilización y trabajar la propiocepción pueden ser dos buenas ideas para procurar que nuestra muñeca esté lo mejor posible”, añade.
Por otro lado, el especialista también aborda cómo actuar si finalmente se produce esta patología. “En primer lugar, resulta imprescindible realizar una buena evaluación previa”, indica. Pues recuerda que el tratamiento dependerá del tipo de inestabilidad. Como siempre, cada persona es un mundo y lo que le puede ir bien a una le puede fallar a otra.