Redacción, 06-04-2023.- Si cogemos una flor y la sacudimos sobre la mano veremos que cae un polvillo muy fino de color amarillo que está formado por numerosos granitos, no visibles a simple vista, es el polen.

En algunas especies el polen es transportado por insectos, pero en otras es el aire el que se encarga de llevarlo desde la parte masculina de la planta hasta la parte femenina. Es en estos casos cuando pueden aparecer manifestaciones alérgicas.

Tal y como recoge Quirónsalud, las sustancias químicas que constituyen el grano de polen pueden desencadenar, en personas susceptibles, síntomas de «rechazo» manifestados como estornudos frecuentes, lagrimeo, picor nasal, moquera… Todo esto no es más que una reacción del propio cuerpo ante unas sustancias extrañas que han entrado en las vías respiratorias.

Durante el período de polinización hay que evitar el contacto directo con el polen: por ejemplo, salir al campo, cortar el césped, barrer jardines o aceras, etc.

¿Qué hacer para mejorar los síntomas?

  • Si se viaja en automóvil durante la época polinización, se mantendrán cerradas las ventanillas del coche, aunque sea de noche (algunas plantas tienen el pico de polinización máximo a última hora de la tarde o por la noche).
  • Evitar las salidas al aire libre los días de mucho viento, porque suele haber un aumento de la concentración atmosférica de polen. En cambio, las concentraciones de polen disminuyen los días lluviosos.
  • Las gafas de sol pueden aliviar la irritación conjuntival y el lagrimeo.
  • Algunos periódicos o páginas web publican periódicamente los niveles atmosféricos de polen; cuando este nivel sea alto habrá que extremar las precauciones.
  • Es muy importante conocer las plantas a las que se es alérgico para intentar evitar la siempre que sea posible: segunda vivienda, jardines públicos