Redacción, 27-04-2023.-El Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) se caracteriza por una preocupación persistente por un defecto físico pequeño o que se percibe como tal por el individuo, pero que no es observable o carece de importancia para otras personas.
El equipo de psicólogas de la Clínica Ribera Polusa Santo Domingo ha organizado una serie de charlas en institutos de Ribadeo para explicar a adolescentes cómo influyen las redes sociales (RRSS) en la aparición de este trastorno y otros similares, así como las herramientas clave para no dejarse influir por ideales de belleza o la necesidad de aprobación externa, según recoge Ribera.
“La preocupación principal en el TDC se orienta al chequeo obsesivo del cuerpo, pellizcarse la piel, dedicar un tiempo excesivo a camuflar el defecto percibido, recurrir a tratamientos y cirugías innecesarias, y en ocasiones, puede desembocar en autolesiones o, incluso, el suicidio”, explican desde el Servicio de Psicología de Ribera Polusa, formado por Belén Vázquez, Lucía Fernández, María Novo y Yésica Seijo.
Las especialistas aseguran que el TDC suele aparecer entorno a los 16 años, aunque muchos síntomas comienzan alrededor de los 12 años, y señalan que es de la familia del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). También recuerdan que hay variaciones, como el Trastorno de Dismorfia Muscular, que afecta a quienes se obsesionan con la falta de tono muscular.
“En algunos casos está asociado a trastornos alimentarios y los pacientes no son conscientes de que esas prácticas pueden afectar gravemente a sus órganos”, explican.